Si Connelly es la Rapunzel de su escuela, Jeremy Cole es el príncipe heredero, hijo de una grande y rica familia de la ciudad de Nueva York. Entonces cuando él se sienta a su lado en el almuerzo un día, Connelly no pudo estar más sorprendida. Pero Jeremy tiene un secreto trágico de la suya, y Connelly es la única a la que puede recurrir para pedir ayuda. Juntos forman un concilio de dos, ayudándose el uno al otro con sus tareas, y comparten secretos. Mientras que la amistad de la pareja crece, Connelly se da cuenta de que es la verdad, no los secretos, lo que se debe cuidar y proteger. Y que entre los amigos, la verdad, aunque dura, también es hermosa.
Me encantó este libro, porque no es el típico libro, no es lo que estas esperando, el típico romance que de verdad quisieras que te pase pero sabes que nunca te va a pasar; la relación entre Connely y Jeremy es más normal, más pura, más natural. Ellos, para mi, lo son todo y a la vez terminan no siendo nada, pero sus historias te dejan un muy buen sabor de boca.
No soy fanática de la personalidad de Connely, hubo un momento en el que en serio, a pesar de entenderla, quise pegarle... Pero ella es buena casi todo el tiempo asi que la perdonamos. Y Jeremy, no se que decir de él, esta muy atormentado por todo lo que pasa en su vida y encuentra en Connie un lugar seguro, y a la vez el ayuda a Connely con tanto. Es tan dificil de explicar, tienen que verlo por ustedes mismos.
Mi personaje favorito es Kate, ella realmente sabe siempre que decir y es una de esas personas a las que te gustaria abrazar y no dejar ir nunca, a veces es más dificil que eso.... pero en fin
"We were never lonely and never afraid when we were together.”
― Ernest Hemingway, A Farewell to Arms
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